22:30h

Cosmic Lithium

MADRID

Con objeto de explorar posibles conciliaciones entre la espontaneidad o facilidad para el cambio, la variación y el desarrollo de ideas musicales, que desde pequeño conoce a través del piano y el repertorio clásico, y aquella “manera de hacer” o concepción dela forma y de la expresión musical enfáticamente repetitiva que solemos asociar con la “electrónica” –al margen de la heterogeneidad estilística que encontramos bajo esta amplia etiqueta–, el trabajo en vivo de David Herradón como cosmic lithium se fundamenta en la improvisación, en la aleatoriedad –vía el manejo arbitrario de cintas de cassette (demasiadas para tener bajo control)– y en la superposición de desbordantes librerías de loops: bits repetitivos primordiales, mínimos bloques deconstrucción musical de los que las máquinas disponen, ampliados, retorcidos o distorsionados desde lo simple, lo transparente o lo inteligible hasta lo complejo, lo irregular o lo asimétrico.
La imposibilidad de replicar la superposición de múltiples capas de loops y la selección aleatoria de cassettes imponen, en efecto, la unicidad formal de cada actuación en directo. Consecuentemente, David Herradón nunca preprograma un setlist antes de una actuación o ensayo: dado todo el material del que dispone, le atrae el reto de dar forma en tiempo real a la secuencia de piezas y fragmentos a interpretar, teniendo en cuenta lo que está sonando en ese momento, adónde pretende llegar y los contratiempos técnicos o estéticos que sin duda surgen durante el propio directo.
Bajo la superficie estética de la música de cosmic lithium –ya sea glitch, noise, ambient,etc.–, y más allá de este interés por conciliar dos esferas de la música aparente pero habitualmente contrastadas –desarrollo frente a repetición, movimiento frente a estasis, integridad formal (incluso cuando uno se compromete con una estética que implica fragmentación del discurso, como el glitch) frente a arbitrariedad en la disposición del material musical–, prevalece su formación desde el repertorio y el piano clásico, que se manifiesta en preocupaciones compositivas igualmente clásicas. Estas preocupaciones son, entre otras: riqueza cromática y armónica, que permite y estimula el diseño de planes tonales a gran escala; una concepción holística de la forma musical, cada parámetro controlado por el compositor en diálogo necesario y constante con todos los demás parámetros; direccionalidad del discurso, fundamentada en la dialéctica clásica de tensión-distensión a pequeña escala; variedad expresiva y emocional, etc. En esencia, frente a un clima musical, que persiste desde hace décadas, de celebración dela inmersión tímbrica y del paisaje sonoro por encima de todo, David Herradón reivindica estructuras clásicas desde y más allá de la música de loops.